Vaya, parece mentira lo que estamos viviendo.
Hasta hace nada, nuestra forma de trabajar, de relacionarnos, de pensar, ... era de una manera y ... ¡chas! De un día para otro, nos hemos visto forzados a cambiar .
Ha sido un frenazo en seco, una "vuelta de calcetín" , un "de golpe y porrazo" y de repente, hemos visto inmersos en una situación irreal, en un país paralizado.
Hemos tenido que pensar rápido y adaptarnos aún más rápido. De repente, estamos todos en casa, porque la actividad profesional también se ha paralizado, tratando de "teletrabajar" o eso dicen (aunque la realidad sea bien bien diferente).

Sin embargo, este paso de trabajo en presencial a hacerlo "en remoto" no ha sido igual para todos. Todos los días hablo con profesionales que me cuentan cómo lo llevan, cómo están haciendo y, ¿sabes? He encontrado diferencias sustanciales: aquellos cuyas empresas estaban más "preparadas " , lo están llevando mucho mejor y el cambio no les ha supuesto, prácticamente, ningún esfuerzo.
Tal y como señalan algunos expertos de grandes compañías, "las empresas con un grado mayor de digitalización están pudiendo adaptarse mejor a las circunstancias actuales".
¿Preparadas? ¿Para qué?
Pues ahí está el quid de la cuestión.
Hace años que daba el salto al territorio online era una prioridad en el ámbito empresarial. Los canales de comunicación han cambiado desde que Internet llegó a nuestras vidas, así como los métodos de comercio; un hecho que ha cobrado especial relevancia en estos momentos tan complicados.
Ahora que los empleados no pueden ir a sus respectivas oficinas, sólo aquellas compañías que tienen los medios para operar el teletrabajo han logrado frenar la repercusión económica del coronavirus.
Pero vayámonos un poco más atrás...
El mundo, tal y como lo conocemos hoy, ha pasado ya por varias Revoluciones Industriales :
- La 1ª , entre 1760 y 1830, supuso el paso de la producción manual a la mecanizada.
- La 2ª , alrededor del 1800, trajo la electricidad y la fabricación en masa.
- La 3ª , se produjo a mediados del S. XX, con la llegada de la electrónica, la tecnología y, sobre todo con el desarrollo de las telecomunicaciones. La llegada de Internet abrió un mundo de posibilidades.
Y si te fijas, en todas ellas, había un común denominador: el miedo al cambio , el temor a las máquinas sustituye el manual de trabajo, el pánico a quedarnos sin el trabajo que hasta entonces conocimos ...
Y claro, efectivamente así sucedió.
Sin embargo, no exactamente como pensábamos. Las máquinas (industriales, herramientas mecanizadas, computadoras, ...) también pueden obtener un cambio de mentalidad y ayudar a realizar tareas que antes se ejecutan "a mano", de modo que ahorran tiempo y esfuerzo. Así pudimos comenzar a dedicarnos a tareas más “mentales” y nuestra forma de trabajar y comunicarnos radicalmente.
Es fundamental saber de dónde venimos, para conocer mejor dónde estamos y así estar mejor preparados para el futuro.
Pero, ¿dónde estamos hoy?
Hoy estamos ante la mayor crisis que se recuerda desde la II Guerra Mundial. Una crisis que afecta a todos los ámbitos: sanitario, económico y social. Vivimos tiempos complicados, inciertos y de preocupación.
Estamos ante una situación diferencial, extraordinaria, que sin duda va a tener un impacto en muchos aspectos de nuestra vida, donde el trabajo absorbe parte importante de este impacto. Esperemos que para bien.
Se ha hablado mucho de la transformación digital de las empresas, pero la realidad es que en la práctica se ha hecho poco.
Este “golpe en la cara”, llamado Coronavirus, ha sacado a la palestra las secuelas de una realidad: el 78% de los proyectos de transformación fracasan y solo el 14% de las PYMES ha creado un plan de digitalización real, según el Índice de Economía y Sociedad Digital que publica la Comisión Europea.
Pero la transformación digital ya no es un plan, ahora es una necesidad.
Esta crisis sanitaria ha llegado a cambiar el mercado laboral tal y como lo conocemos.
La 4ª Revolución Industrial ya está aquí. Su nombre viene de un proyecto de estrategia de alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre el que trabajan desde 2013 para llevar a cabo su producción a una independencia total de la mano de obra humana.
El principio básico es que las empresas pueden crear redes inteligentes que pueden controlar a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor.
Se investiga y se trabaja sobre automatización que corre por cuenta de sistemas ciberfísicos, hechos posibles por Internet de las cosas (IoT) y Cloud Computing (o trabajo en la nube).
Es más, ya se habla de una 5ª Revolución Industrial con la llegada del 5G…
Pero aún así, saber exactamente dónde estamos hoy, es una pregunta muy complicada de contestar, ya que muchas organizaciones siguen siendo cómo estuviéramos aún en los años 80 (o antes ...).
Ejemplos de esto lo tenemos en los tópicos, miedos y prejuicios que todavía campan a sus anchas por nuestros centros de trabajo:
- "Esto siempre se ha hecho así" . Si siguiéramos esta máxima, todavía en los hospitales harían sangrías ...
- "Si no estás encima de la gente no trabajan" . Claro, la gran mayoría somos unos bárbaros sin romanizar que necesitamos el látigo para remar. No, los empleados no venimos con comportamientos tóxicos de serie.
- "Los negocios son los negocios". Vamos, que el mercado es una selva que solo sobrevive el más fuerte y que todo vale. Pues no, el fin no justifica los medios.
- Más: “Nadie es imprescindible” “Aquí se viene a trabajar” “El cliente siempre tiene la razón” “Mucho dinero en formar no, que luego se largan” ...
¿Te resulta familiar?
Las empresas reconocen el impacto de la transformación digital en sus negocios.
Y para mejorar esa adaptación, recuperar la promoción de la formación en habilidades digitales "en todas las fases del sistema educativo" , así como el impulso de las carreras STEM (acrónimo en inglés referido a Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), de manera que pueden seleccionar nuevos talentos digitales que pueden consolidar la mejora en innovación de la economía española.
La fuerza de trabajo se considera el elemento más crucial para el éxito de la innovación en la mayoría de los mercados, sin embargo, la brecha de habilidades digitales continúa siendo una de las principales preocupaciones de las empresas.
Según el Barómetro Global de Innovación 2018 , casi 3 de cada 4 (74%) ejecutivos globales creen que la falta de habilidades digitales es un problema que enfrenta su industria, un desafío que ha aumentado con el tiempo (64% dados que la falta de talento / habilidades inadecuadas es un desafío clave en la actualidad, desde un 56% en 2014).
Durante el Foro de Davos 2020 se ha presentado la "Revolución de Reskilling" (*) que es una iniciativa para proporcionar las habilidades necesarias más de 1 billón de trabajadores que ocuparán sus posiciones a partir de 2030.
(*) Reskilling : proceso de entrenamiento para adquirir habilidades nuevas o mejoradas. Hablaré de ello en un próximo artículo.
El objetivo de la Transformación Digital es dotar a los trabajadores del futuro de las habilidades que necesitarán para desempeñar el trabajo en el futuro.
En este entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) en el que nos movemos (y ahora más que nunca, estamos viviendo en nuestros carnes), no podemos obviar que el término “Transformación digital” está de moda, y los mensajes y entradas de Google con información sobre esto es ingente.
No hay disciplina o profesión o sector que no esté hablando de la Transformación Digital, aunque no se separe lo que es, pero no hablar de este tema parecería no estar a la moda, o que nos estamos perdiendo algo importante.
Porque sí, es muy importante.
Pero, ¿qué es Transformación digital?
A veces, es más fácil definir un término empezando por lo que no es ...
Transformación digital ...
NO es digitalización: Convertir en digital lo que actualmente se hace en papel o con procedimientos manuales no es transformación digital, se llama digitalización. La digitalización es parte de la Transformación Digital, pero confundirlas es un error.
NO es Redes sociales : Estar en las redes sociales parece imprescindible hoy en día, por lo que parece que es una actividad obligada para preparar la organización para la Transformación Digital. Pues no, estar en redes sociales no significa transformación y no preparar bien el aterrizaje o no tener estrategia de acción en las redes a medio o largo plazo se volverá en contra de la organización.
NO es posicionamiento web: Hay una auténtica fiebre por el posicionamiento, perdiendo a veces la identidad por el camino. Esta actividad NO es Transformación Digital, ayuda o podría ayudar, pero son pasos posteriores.
NO es drones, robots, IoT ...: La tecnología que existe actualmente es alucinante ... pero antes de comprar tecnología debemos preguntar si realmente se va a aportar un valor agregado a nuestro negocio.
NO es la tecnología por la tecnología: Se suele pensar que la tecnología sustituye a los empleados y elimina los puestos de trabajo, y no tiene por qué ser así. Al incorporar tecnología en una organización se requiere de especialistas, se requiere de nuevos expertos en la nueva tecnología y en todo lo que trae este nuevo escenario. Por esta razón, comprar tecnología simplemente porque es nueva o porque tiene el concepto equivocado de la Transformación Digital, en vez de acelerar la velocidad de la organización, podría bloquearla.
Tampoco es Transformación Digital:
- Crear una web chula de tu organización.
- Diseñar logos y moverlos por las redes sociales.
- Hacer marketing digital.
- Implantar CRM's, programas de facturación y contabilidad ...
- Montar una tienda en línea.
- Agobiar a los clientes con pancartas, correos o ofertas constantes.
Pero entonces, ¿qué es la Transformación Digital?
TRANSFORMACIÓN DIGITAL: “Consiste en alinear la tecnología, los modelos de negocio y los procesos con el fin de crear valor a clientes y empleados en una economía digital cambiante”. (Brian Solis, escritor y analista digital)
La Transformación Digital requiere siempre de un cambio cultural , por eso siempre digo que tiene más de transformación que de digital.
La Transformación Digital, problemas regulados, conscientemente asumida y orquestada de forma resiliente, representa una oportunidad única para aumentar nuestra capacidad de respuesta frente a desafíos globales como el que estamos viviendo.
Está en nuestras manos hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías. La capacitación en el uso de estos medios, unido a la concienciación sobre los riesgos relacionados, son fundamentales para una transición exitosa hacia una Sociedad Digital sostenible .
Son muchos los expertos que afirman que nada será como antes, que de esta crisis este saldremos con una nueva Conciencia colectiva.
Quizás tengan razón, quizás esta pandemia nos haga reflexionar sobre nuestras debilidades como seres humanos y nos permita aprender de los errores para mejorar.
La crisis por el coronavirus pasará tarde o temprano, pero en el ámbito empresarial ya nada volverá a ser como antes. Ahora muchas empresas saben que son capaces de funcionar a distancia y las que no tienen lo claro es darán cuenta de que cuando hablábamos de transformación digital, era esto.
Y una vez llegados aquí, siendo conscientes de la profunda transformación que está viviendo nuestro mundo ...